LA FABULA DEL HERIZO
Los erizos dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.
Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.
De esa forma pudieron sobrevivir. En definitiva aprendiendo a convivir entre todos, a pesar de sus dificultades por ser como eran en realidad.
Moraleja de la historia
La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades en vez de fijarnos en los defectos de los demás, por qué no fijarnos en sus virtudes...
1 comentario:
Alguna vez he visto en el campo alguno, pero no la cara porque se ha enroscado y sólo he conseguido ver una bola de espinas. Recuerdo comentarios de mi madre, que hace más de sesenta años, cuando había tantas necesidades los gogían para comérselos.
Un saludo
Publicar un comentario