martes, 27 de junio de 2017

FABULA DEL EJECUTIVO Y LA SEMILLA ...



Está claro que cualquier fábula que leemos,  siempre,  no sólo nos traen enseñanzas para pensar,  sino que de seguro,  a todos se nos viene a la cabeza,  situaciones de la vida real, que conocemos. 

 Leemos una fábula de la que sea,  y enseguida pensamos ¡¡ anda,  aquella anécdota¡¡.  Y lo que al final aprendemos todos, de todas,  y todos tenemos casos que contar.Y que la verdad, siempre, sea cual sea,  unas veces más bonitas,  otras más feas,  pero verdad al fin y al cabo,  siempre,  acaban por salir bien.  


A esta fábula, le podemos asociar algo que hemos vivido todos, como por ejemplos la dichosa "experiencia",  que parece que muchas veces parece que se utiliza la palabra más como un galardón así mismo por pura parafrasería que de acreditación superior por experiencia que merezca la pena se refiera. Y por los propios resultados, todos podemos ver , y hemos tenido la experiencia nunca mejor dicho, como muchísimas veces vale mucho más alguien con menos experiencia,  pero efectivo y eficiente,  que alguien que presume de mucha experiencia,  y comete más torpezas que un novato, siendo precisamente el alarde de tener mucha experiencia un espejismo que no sirve para nada.



Que hay gente muy bien preparada, efectiva, trabajadora, con su experiencia, a quien se les manda
trabajos para gilipollas,  como si de una prepotencia de quien decide se tratara para ponerlos a prueba a ver si sirven  o no ...  mientras que ni ellos mismos no sólo no pasarían esas pruebas, sino que los de a su alrededor quienes alardean de preparación y conseguir por méritos las cosas,  en realidad viendo al otro, más parece que les han regalado las cosas,  porque ni ellos mismos presumiendo de merecedores de las cosas,  no tuvieron en realidad tantos obstáculos cuado ven los obstáculos que tuvo que pasar el otro, y entonces se den cuenta así mismos, que el creerse así mismos una especie de "la releche",  en realidad no eran tanto, y el otro con tantos obstáculos superados,  resultó que sí.





Esta fábula también demuestra como hay gente que es capaz de superar y pasar el obstáculo que se le ponga delante, y que muchas veces lo que significa superar un obstáculo, en realidad es la propia naturalidad de la situación,  como en la fábula,  lo que hace superar la situación en si misma,
 mientras que otros, creyéndose superiores y más merecedores, hacen uso de la mentira y la farsa para superar el mismo obstáculo.



Que hay gente que se ha creído un "estatus" para evalúar a los demás, si valen o no para una cosa, mientras que una vez que a la persona que está evaluando, supera uno y otro obstáculo,  se pone  más en evidencia , que no sólo esa persona es capaz de superar los obstáculos que se le echaran,  sino que se pone muy en evidencia,  si la persona que evaluaba, los hubiera superado, o si ni siquiera valía para evaluar a los demás,  que era lo que estaba haciendo.




Gente muy inteligente capaz de ver más allá, puestos a prueba como si fueran gilipollas, para que los que son gilipollas de verdad, que se creían más inteligentes, no sólo sigan disfrazados en su arrogancia autoalimentada, sino que se den cuenta así mismos, mientras se dan cuenta paso a paso de la inteligencia del otro a quien ponían a prueba,  que realmente quienes deberían de estar haciendo los trabajos de gilipollas tendrían que ser ellos mismos..



Gente que se cree que recitar conceptos sin sentido, del tirón, de memorieta sin sentido , con belborrea sin sentido, confundirlo con  gente que vale y tiene ideas emprendedoras, mientras quien tiene ideas emprendedoras de verdad, es el que se le pone a prueba, teniendo como resultado que los demás se traguen la belborrea sin sentido,
 y el que vale ve que mejor está en otro sitio, y que la belborrea los malos evaluadores que en realidad no servían para evaluar, ahora se la traguen.



Cuando alguien se permita el lujo de evaluarte si vales o no para una cosa o para otra, que demuestre priemero si ni siquiera esa persona servía para estar evaluando a nadie.



Las personas que hemos recorrido muchas cosas,  sabemos mucho,  porque las experiencias son las que enseñan. No estar sentado el culo en un sitio mucho tiempo,  eso es tener mucha expereincia "efecto túnel",  sólo se sabrá de una cosa nada más,  de lo que el tiempo sentado en el mismo sitio haya querido darle.  Pero los que han recorrido muchos caminos,  muchas experiencias distintas, NO DUDES que aún sin quererlo, tendrá el cerebro entrenado inconscientemente para ver muchas más cosas, que la gente limitada a la mucha experiencia "efecto túnel" en el mismo sitio durante años, no verá nunca. porque es así...  Un cerebro que ve muchas cosas, aprende,  el que ve siempre de lo mismo, se estanca. Por muchos años de experiencia ...














FABULA DEL EJECUTIVO Y LA SEMILLA

Un exitoso hombre de negocios se estaba haciendo viejo y sabía que era el momento de elegir un sucesor para hacerse cargo del negocio.

En lugar de elegir uno de sus gerentes o sus hijos, decidió hacer algo diferente. Él llamó a todos los jóvenes ejecutivos de su compañía en conjunto. Dijo:

Es hora de que me retire y elegiré el próximo Director. He decidido elegir a uno de ustedes. Los jóvenes ejecutivos se sorprendieron, pero continuó el jefe.

Hoy voy a dar a cada uno de ustedes una semilla- una muy especial semilla. Quiero que planten la semilla, le pongan agua y vuelvan aquí dentro de un año con lo que ha crecido de la semilla que les he dado.
Luego juzgaré las plantas que traigan y el dueño de la planta que yo elija será el próximo Director.


Un hombre, llamado Jim, estaba allí ese día y al igual que los otros, recibió una semilla. Fue a su casa y con entusiasmo le contó a su esposa la historia. Ella le ayudó a conseguir un bote, la tierra, la composta y plantó la semilla. Todos los días, añadía agua y miraba si había crecido algo la planta. Después de unas tres semanas, algunos de los otros ejecutivos comenzaron a hablar de sus semillas y de las plantas que comenzaban a crecer.

Jim miraba su semilla, pero nada que crecía.

Tres semanas, cuatro, cinco semanas pasaron, todavía nada.
Por ahora, otros hablaban de sus plantas, pero Jim no tenía una planta y se sentía un fracaso.
Pasaron seis meses – aún no había nada en el bote de Jim. Sólo sabía que había dañado su semilla. Todo el mundo tenía árboles y plantas altas, pero él no tenía nada. Jim no le dijo nada a sus colegas, sin embargo, mantuvo regando y fertilizando la semilla – deseaba que la semilla creciera.
Un año pasó y por último todos los jóvenes ejecutivos de la empresa trajeron sus plantas delante del Director general para la inspección.
Jim le dijo a su esposa que no iba a llevar un bote vacío. Pero ella le pidió que fuera honesto acerca de lo sucedido. Jim se sintió mal, pensó que iba a ser el momento más embarazoso de su vida, pero sabía que su esposa estaba en lo cierto. Tomó su bote vacío y lo llevo a la sala de juntas.


Cuando Jim llegó, se sorprendió de la variedad de plantas cultivadas por los demás ejecutivos. Eran hermosas, en todas las formas y tamaños. Jim puso el bote vacío en el suelo y muchos de sus colegas se rieron, algunos sentían pena por él.

Cuando el Director llegó, examinó la habitación y saludó a sus jóvenes ejecutivos.
Jim sólo trató de esconderse en la parte posterior. Vaya, qué grandes plantas, árboles y flores que han crecido, dijo el Director.
¡Hoy en día uno de ustedes será nombrado Director en reemplazo mío!
De repente, el Director vio a Jim en el fondo de la sala con su bote vacío.
Ordenó al Gerente Financiero traerlo al frente. Jim estaba aterrorizado.
Pensaba: ¡El Director sabe que soy un fracaso! ¡Tal vez me va a despedir!


Cuando Jim llegó a la parte delantera, el Director le preguntó qué le había pasado a la semilla – Jim le contó la historia.
El Director pidió a todos sentarse, excepto Jim. Miró a Jim, y luego anunció a los jóvenes ejecutivos: ¡He aquí a un lado su nuevo Director!
¡Su nombre es Jim! Jim no lo podía creer.

¿Cómo podía ser el nuevo Director? Dijeron los otros.
A continuación, dijo el Director:
Hace un año, les di a todos en esta sala una semilla. Yo les dije que tomaran la semilla, la plantaran, la regaran con agua y la trajeran de vuelta a mi hoy. Pero yo les di a todos semillas muertas – no era posible que crecieran.

Todos ustedes, a excepción de Jim, me han traído árboles, plantas y flores. Cuando encontraron que la semilla que yo les di no crecería, la sustituyeron por otra semilla.
Jim fue el único con el coraje y la honestidad que me trajera un bote con mi semilla que le di.

Por lo tanto, ¡Él es el que será el nuevo Director!



Y esta fábula es un ejemplo más,  de la cantidad de gente que podemos encontrarnos,  crecidas en su propio Ego. Creyéndose más de lo que son realmente, más en su propio ego. Gente que se permite el lujo de creerse que puede evaluar a los demás, mientras que deberían de ser evaluados ellos mismos. Gente que se cree más que los demás, alardeando de experiencia, cuando que cualquier otro con menos les darían mil vueltas.... 







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Liz Murray. De mendiga a universitaria en Harvard.

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